Otras personas, en cambio, sienten la necesidad de recuperar el tiempo perdido y merendarse a todo lo que encuentren sin ningún reparo. Esta claro que este no es un buen plan, te contamos por qué para ayudarte a elegir una opción que no sea tan extremista.
Hasta ahora no está demostrado que el COVID-19 se transmita a través del semen o el contacto entre las mucosas genitales, y de ser así, tampoco sabemos si la carga viral podría hacernos contraer la enfermedad. Es decir, no se puede considerar como una enfermedad de transmisión sexual, pero no sabemos hasta qué punto podría transmitirse durante una relación sexual.
Lo que sí sabemos es que debemos enfrentarnos a esta situación con mucho conocimiento y no pensar que es algo que solo les pasa a los demás.
Si hay una enfermedad que sirva como predecesora en cuanto a cómo afecta a las relaciones sexuales, es el VIH. Esta enfermedad ha acabado con la vida de 25 millones de personas, pero eso no ha sido un motivo para dejar de tener relaciones sexuales esporádicas.
A día de hoy, no hay ninguna garantía de que tener una relación sexual esporádica sea 100 % seguro. Es solo nuestra la decisión y es nuestro deber, por supuesto, utilizar la cabeza si lo vamos a hacer. La elección de la persona, el lugar, son cuestiones que se deben tener en cuenta.
El uso del preservativo siempre ha sido la medida más segura para evitar contraer enfermedades, y ahora más que nunca, debemos hacer uso de él en el caso de que practiquemos sexo.
Hay que recordar que, aunque la persona con la que decidimos tener sexo o incluso nosotras mismas, no existen síntomas, se puede estar gestando o incluso tenerla de forma asintomática, por lo que no tener síntomas no es garantía de no tener la enfermedad.
Si teniendo esta información decides hacerlo, ten en cuenta varias cosas: